domingo, 28 de noviembre de 2010

En pocas palabras

En el principio fue la palabra, palabra de vida y creación, y era con Dios, y era el mismo Dios. Y tuvo a bien escribirse en minúsculas, haciéndose hombre, para que tuviéramos esperanzas de una vida en MAYÚSCULAS. Y caminando cada día con nosotros se tornó en cursiva para que supiéramos que hay otras letras que las de molde. Nos enseñó que no hay que evitar las negritas y subrayó que todos somos iguales ante el Autor de todo: sus palabras más preciadas. Hoy, te pide que dejes una vida de sombras para elevarte donde reside la verdadera felicidad.

Grábatelo, es una cuestión Capital.

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