Cada mañana, al olor del alba, he sentido Tu Presencia. Residías en el reflejo del rocío, en la nube dorada, en el intenso azul con el que te adjetivan los poetas y soñadores. Reconozco que fluyes en la claridad de las certezas. Reconozco, de nuevo, la luz, Tu Luz.
domingo, 28 de noviembre de 2010
En pocas palabras
En el principio fue la palabra, palabra de vida y creación, y era con Dios, y era el mismo Dios. Y tuvo a bien escribirse en minúsculas, haciéndose hombre, para que tuviéramos esperanzas de una vida en MAYÚSCULAS. Y caminando cada día con nosotros se tornó en cursiva para que supiéramos que hay otras letras que las de molde. Nos enseñó que no hay que evitar las negritas y subrayó que todos somos iguales ante el Autor de todo: sus palabras más preciadas. Hoy, te pide que dejes una vida de sombras para elevarte donde reside la verdadera felicidad.
Grábatelo, es una cuestión Capital.
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